Wednesday 29 January 2014

Descubierto en Atapuerca el ADN humano más antiguo del mundo

Un equipo internacional de científicos ha extraído la muestra de ADN humano más antigua del mundo de un fémur de 400.000 años de antigüedad hallado en la Sima de los Huesos de Atapuerca. 

Los resultados de la investigación, presentados en la revista Nature, han desconcertado a los científicos. Los antiguos habitantes de Atapuerca no parecen ser ancestros directos de los neandertales que después poblaron Europa, como se pensaba hasta ahora, y en cambio parecen estar más emparentados con humanos que vivieron en Denisova (Siberia) hace 40.000 años.

“Tenemos un problema para interpretar estos resultados”, reconoció el martes en entrevista telefónica Juan Luis Arsuaga, codirector de las excavaciones de Atapuerca y coautor de la investigación. “Siempre habíamos supuesto que los homínidos de la Sima eran neandertales primitivos” porque sus fósiles son parecidos a los de los neandertales. “Ahora tenemos que buscar una explicación que aclare cómo podían ser anatómicamente parecidos y genéticamente más diferentes”.

La Sima de los Huesos es una cavidad en el fondo de una cueva en la que se han hallado unos 5.000 fósiles de por lo menos 28 individuos atribuidos a la especie Homo heidelbergensis. Aunque en otros yacimientos de Atapuerca se han encontrado fósiles más antiguos, como los del Homo antecessor en sedimentos de hace alrededor de un millón de años, los de la Sima de los Huesos destacan por ser los más abundantes y mejor conservados. La oscuridad y la estabilidad de temperatura del fondo de la cueva han favorecido que se haya podido recuperar ADN humano más antiguo que en cualquier otro yacimiento.

La investigación indica que los humanos de la Sima de los Huesos se separaron del linaje de los neandertales y de los Homo sapiens hace alrededor de un milllón de años. La familia humana evolucionó a partir de ese momento en dos ramas, según los resultados del análisis genético. Una que llevó a los humanos de la Sima y a los de Denisova, que se separaron hace 730.000 años. Y otra que llevó a Homo sapiens y neandertales, que se separaron hace 500.000 años.

“Tenemos un problema para interpretar estos resultados”, reconoció el martes en entrevista telefónica Juan Luis Arsuaga, codirector de las excavaciones de Atapuerca y coautor de la investigación. “Siempre habíamos supuesto que los homínidos de la Sima eran neandertales primitivos” porque sus fósiles son parecidos a los de los neandertales. “Ahora tenemos que buscar una explicación que aclare cómo podían ser anatómicamente parecidos y genéticamente más diferentes”.
La Sima de los Huesos es una cavidad en el fondo de una cueva en la que se han hallado unos 5.000 fósiles de por lo menos 28 individuos atribuidos a la especie Homo heidelbergensis. Aunque en otros yacimientos de Atapuerca se han encontrado fósiles más antiguos, como los del Homo antecessor en sedimentos de hace alrededor de un millón de años, los de la Sima de los Huesos destacan por ser los más abundantes y mejor conservados. La oscuridad y la estabilidad de temperatura del fondo de la cueva han favorecido que se haya podido recuperar ADN humano más antiguo que en cualquier otro yacimiento.
La investigación indica que los humanos de la Sima de los Huesos se separaron del linaje de los neandertales y de los Homo sapiens hace alrededor de un milllón de años. La familia humana evolucionó a partir de ese momento en dos ramas, según los resultados del análisis genético. Una que llevó a los humanos de la Sima y a los de Denisova, que se separaron hace 730.000 años. Y otra que llevó a Homo sapiens y neandertales, que se separaron hace 500.000 años. 
Pero estos resultados no serán la última palabra, advierte Arsuaga. Son una primera pieza de un rompecabezas que se podrá completar a medida que se hagan más análisis de ADN humano prehistórico.
Para los especialistas en paleogenética, el ADN mitocondrial tiene la ventaja de que es más fácil de analizar que el nuclear. Esto ha permitido a los equipos de Atapuerca y del Max Planck reconstruir casi todo el genoma mitocondrial del fémur analizado. En el futuro, los investigadores tienen previsto intentar recuperar también fragmentos de ADN nuclear, informa Arsuaga.





Dado que el ADN mitocondrial sólo se transmite por vía materna, Arsuaga recuerda que pueden coexistir distintos linajes mitocondriales dentro de una misma población. Por lo tanto, sigue siendo posible que aquellos neandertales de los que se ha analizado el ADN desciendan, no directamente de los Homo heidelbergensis de Atapuerca, pero sí de un grupo similar. “Seguimos pensando –declara Arsuaga- que los de la Sima están emparentados con los neandertales”.

Para los especialistas en paleogenética, el ADN mitocondrial tiene la ventaja de que es más fácil de analizar que el nuclear. Esto ha permitido a los equipos de Atapuerca y del Max Planck reconstruir casi todo el genoma mitocondrial del fémur analizado. En el futuro, los investigadores tienen previsto intentar recuperar también fragmentos de ADN nuclear, informa Arsuaga.
Dado que el ADN mitocondrial sólo se transmite por vía materna, Arsuaga recuerda que pueden coexistir distintos linajes mitocondriales dentro de una misma población. Por lo tanto, sigue siendo posible que aquellos neandertales de los que se ha analizado el ADN desciendan, no directamente de los Homo heidelbergensis de Atapuerca, pero sí de un grupo similar. “Seguimos pensando –declara Arsuaga- que los de la Sima están emparentados con los neandertales”.

Dado que el ADN mitocondrial sólo se transmite por vía materna, Arsuaga recuerda que pueden coexistir distintos linajes mitocondriales dentro de una misma población. Por lo tanto, sigue siendo posible que aquellos neandertales de los que se ha analizado el ADN desciendan, no directamente de los Homo heidelbergensis de Atapuerca, pero sí de un grupo similar. “Seguimos pensando –declara Arsuaga- que los de la Sima están emparentados con los neandertales”.




Uno de los resultados más importantes de la investigación, precisamente, es que abre la vía a reconstruir secuencias genéticas humanas del pleistoceno. El propio equipo de Atapuerca tiene previsto analizar el ADN de más fósiles de la Sima de los Huesos para comprender mejor cómo evolucionó la humanidad hasta llegar al Homo sapiens. Para ello, se ha aliado con el equipo de Svante Pääbo, del Instituto Max Planck de Biología Evolutiva de Leipzig (Alemania), que es líder mundial en estudios de ADN antiguo.

Por ahora, la investigación se ha centrado en el llamado ADN mitocondrial de uno de los 28 individuos encontrados en la Sima de los Huesos. Este ADN representa una pequeña parte de todo el ADN de una célula. Es el que se encuentra en las mitocondrias –un compartimento de las células- y no incorpora ADN del padre sino únicamente de la madre. El ADN nuclear, en cambio, cambia de generación en generación porque combina ADN del padre y de la madre. 

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